Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, es evidente que Dios tiene un plan para cada creyente. Cada vida está entretejida para formar su gran obra maestra. Desarrollar una relación más profunda con Dios a través del estudio de la Biblia, la oración y el compañerismo con otros creyentes nos permite ver su corazón y sus deseos más claramente. Con demasiada frecuencia, los creyentes se empeñan en encontrar el camino «correcto» para la vida, pero se trata más bien de desarrollar una relación con Dios. Los planes que Él tiene para nosotros pueden tomar muchas formas, pero mientras caminemos cerca de Él y le obedezcamos cada día, estaremos justo donde necesitamos estar.